Dormite, la primera obra de teatro para bebés en Tlaxcala

Consciente, dormilón, bebé. Las luces se apagan. Hay otros bebés a tu alrededor, hay algo que flota sobre ti, una fina tela blanca. Las luces se encienden, pero ahora son verdes y rojas. Unas bolitas azules vuelan y caen frente a ti.  Te gustan. Las agarras.  Ves a dos niñas con estrellas en sus pechos. Quieres la estrella. De pronto la fina tela vuela sobre ti. Te gusta. Te levantas o gateas, como sea, da igual.  Solo quieres sentir y jugar la tela. No sabes qué es, pero te ríes, te hace feliz. Las pelotas vuelan otra vez; los bebés junto a ti también se ríen y también juegan. Tu mamá de besa, tu papá te abraza. Vuelves a reír. Dormite…

La obra Dormite, dirigida por Ángeles Muñoz, es una puesta en escena innovadora y única en Tlaxcala. Con apenas tres presentaciones en lo que va en este año, ha sido un éxito en cada escenario, grande o pequeño, que ha pisado, sobre todo, ha permitido aproximar al teatro a los bebés, un sector de la sociedad comúnmente segregado y limitado dentro de las artes que son consideradas sólo entendibles para los adultos.

Llevada cabo el día de ayer en el Teatro Xicohténcatl, la muestra cuenta con dos actrices que, caracterizadas con overoles coloridos cuáles niñas juguetonas, interactúan en el escenario con las niñas y niños, y los involucran en dinámicas sencillas que acaparan desde el primer instante su atención.

Las actrices, Lupita Castro y Liris Ruiz, juegan con lxs bebés al mismo tiempo que danzan en un performance que resulta alegre, dinámico y entretenido para cualquier niña y niño pequeño que lo ve. Su modus es ser feliz y alegre, en una sintonía de alegría que se contagia entre todos los que están ahí.

Inspirada en la canción homónima compuesta por Marta Gómez, Dormite es una propuesta lúdica para lxs bebés, que, acompañados de sus padres, entienden las dinámicas de forma inmediata e interactúan sin miedos, ni prejuicios. 

Además, Dormite utiliza un formato cercano, donde los padres pueden estar sobre el escenario junto con sus hijos, y los bebés pueden interactuar con su entorno sin ninguna limitante, jugar con las actrices y ser parte de la dinámica, cada unx a su manera.

Ángeles Muñoz, comenta que dicha obra fue pensada para que, si los niños quieren acercarse y jugar o interactuar con otros niños, pueden hacerlo de manera libre.  Asimismo, comenta que cada función es única, puesto que, al ser niñas y niños desde los cero hasta los 3 años, o un poco más, las interacciones y la narrativa corporal no se llevan a cabo de la misma forma.

Dicha obra, explica, si bien no es nueva dentro del teatro contemporáneo de México, si es única en Tlaxcala porque no se ha hecho nada igual en este territorio. Ángeles compartió que fue en Jalisco de dónde ella toma la inspiración para traer esta idea a un público local que, dentro de un mundo cada vez más inmerso en el entretenimiento tecnológico, encuentra una forma distinta de vivir el arte sin prejuicios, sin un orden y con la libertad de entenderlo a su propia manera. 

En cuanto a las dinámicas, Lupita Castro compartió que los juegos como las pelotas y las sonajas, están dispuestas para que sean suaves al tacto y no produzcan incidentes durante la interacción. De igual forma, Ángeles añadió que, en cuanto a las telas blancas, están inspiradas en la bolsa embrionaria por su delicadeza y blancura, las cuales, ayudadas también por un móvil colgante, permiten una dinámica sensorial que los bebés y niñxs disfrutan y remite a las sensaciones humanas que sólo se experimentan cuando se es bebé.

Cabe añadir que el equipo está conformado en su mayoría por mujeres dedicadas a la danza o el teatro, quienes esperan pronto esta puesta en escena se pueda llevar a otros escenarios tlaxcaltecas y acercarlos a los distintos públicos, ya que ha probado ser una obra con buena aceptación entre su joven público, donde tanto chicos como grandes se llevan una grata experiencia.  

Texto y fotos: Melisa Ortega

bebésteatrotlaxcala