Igualdad sustantiva guía reformas clave del Senado: Ana Lilia Rivera

La Igualdad sustantiva impulsa un cambio profundo en México, luego de que el Senado aprobó reformas al Código Penal y armonizó 17 leyes para garantizar derechos reales y eliminar desigualdades históricas. Con esta decisión, el país acelera la transformación de la vida diaria de millones de mujeres y niñas.

La senadora Ana Lilia Rivera destacó que estas reformas responden al mandato constitucional aprobado en 2024, cuando se incorporaron principios clave como la perspectiva de género, la erradicación de la brecha salarial y el deber reforzado del Estado para proteger a las mujeres contra toda forma de violencia.
Además, subrayó que la armonización legislativa permitirá que jueces y tribunales tomen decisiones considerando las desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres en áreas como la custodia, las pensiones alimenticias y la división de bienes.

Reformas que transforman la vida pública

Las modificaciones también fortalecen a la nueva Secretaría de las Mujeres, encargada de coordinar la política nacional de igualdad y articular a todas las instituciones. A la par, sectores como la educación, la salud, la vivienda, la migración y la cultura deberán incluir la perspectiva de género para eliminar estereotipos arraigados durante generaciones.

Equidad laboral y cierre de la brecha de ingresos

Rivera aseguró que estas medidas garantizan condiciones laborales justas, al prohibir cualquier forma de discriminación o violencia en el empleo. Además, obligan al Estado a erradicar definitivamente la brecha salarial, un reclamo histórico de las mujeres trabajadoras.

La legisladora advirtió que México no puede permitir que casi 40% de las mujeres continúen sufriendo violencia de pareja o que más del 27% enfrente agresiones en su entorno laboral. Con estas reformas, dijo, se avanza hacia un país donde acceder a una vivienda digna, seguridad social o justicia no dependa del género.

Justicia con enfoque humano

Protección frente al abuso sexual

Sobre la reforma al delito de abuso sexual, Rivera enfatizó que se cierran vacíos legales que permitieron la impunidad durante años. Un cambio clave establece que el silencio, la falta de resistencia física o la parálisis por miedo no podrán interpretarse como consentimiento, lo que constituye un avance histórico.

La reforma amplía la definición de acto sexual para incluir tocamientos, roces, exhibiciones forzadas y otras conductas que dañan la integridad de las víctimas. También reconoce que estas agresiones pueden ocurrir tanto en espacios públicos —como el transporte— como en ámbitos privados.

Castigos claros y reparación integral

El nuevo marco legal contempla penas más definidas, así como doce agravantes para sancionar actos cometidos desde posiciones de poder. Garantiza también la reparación integral del daño y establece que el delito será perseguido de oficio, incluso si la víctima no denuncia de inmediato.

Además, obliga a los agresores a asistir a talleres reeducativos con enfoque de género para transformar conductas violentas. Rivera afirmó que esta medida busca no solo castigar, sino prevenir la repetición de patrones dañinos.

La senadora reiteró que estas reformas representan un acto de justicia para mujeres, adolescentes y niñas. Aseguró que ninguna mujer en México está sola y que seguirá legislando para proteger la dignidad y la seguridad de todas.