Salud mental de jóvenes se coloca como una prioridad nacional luego de que nuevos datos oficiales revelaran un incremento sostenido de riesgos emocionales, conductuales y sociales entre adolescentes mexicanos.
Tras la publicación de los resultados de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2025, la senadora Ana Lilia Rivera Rivera reconoció públicamente la urgencia de fortalecer las políticas públicas enfocadas en la atención emocional de adolescentes, especialmente ante un contexto que evidencia mayor vulnerabilidad en personas de entre 12 y 17 años.
De acuerdo con la legisladora, los hallazgos presentados por el Instituto Nacional de Salud Pública confirman una realidad que se ha manifestado de forma progresiva en distintos entornos sociales, donde el malestar psicológico se combina con nuevas formas de riesgo que afectan directamente el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.
Entre los principales factores identificados se encuentra el aumento de comportamientos suicidas, la exposición constante a distintos tipos de violencia y una creciente participación en apuestas, así como el uso intensivo de videojuegos, situaciones que influyen de manera directa en la estabilidad emocional y en la salud mental de la población juvenil.
Riesgos emocionales en adolescentes
Ana Lilia Rivera señaló que los resultados de esta encuesta representan una señal de alerta que no puede ser ignorada, ya que reflejan condiciones que impactan tanto en el presente como en el futuro de una generación que enfrenta presiones sociales, familiares y digitales cada vez más complejas.
Además, explicó que estos datos también suponen un reto importante para Tlaxcala, al tratarse de una entidad donde la atención comunitaria puede convertirse en un eje clave para reforzar acciones de prevención, detección temprana y acompañamiento emocional desde edades tempranas.
Desde su perspectiva, contar con información actualizada permite diseñar estrategias más eficaces, orientadas no solo a la atención clínica, sino también a la creación de entornos seguros que favorezcan el bienestar emocional de adolescentes en sus comunidades.
Etapa clave para el desarrollo emocional
La senadora subrayó que la adolescencia es una etapa determinante en la vida de las personas, ya que durante este periodo se construyen las bases emocionales, sociales y psicológicas que influyen directamente en la toma de decisiones futuras.
Por ello, consideró indispensable redoblar esfuerzos en materia de prevención del suicidio, atención al malestar emocional y reducción de la violencia, mediante políticas públicas que prioricen la salud emocional como un derecho fundamental.
Asimismo, destacó que estos desafíos requieren una respuesta integral que vaya más allá del ámbito sanitario y que involucre a distintos sectores de la sociedad.
Coordinación para el bienestar juvenil
Ana Lilia Rivera enfatizó la necesidad de fortalecer la coordinación entre los servicios de salud del estado, el sistema educativo, las familias y los gobiernos municipales, con el objetivo de generar redes de apoyo sólidas que permitan identificar riesgos y ofrecer atención oportuna.
Además, señaló que los entornos escolares y comunitarios desempeñan un papel estratégico en la prevención, ya que son espacios donde se puede fomentar el diálogo, la escucha activa y el acompañamiento emocional.
De igual forma, indicó que la participación de madres, padres y tutores resulta fundamental para detectar señales tempranas de alerta y canalizar a adolescentes hacia servicios especializados cuando sea necesario.
Información científica como base de políticas públicas
La legisladora reconoció el valor del trabajo realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública y la Secretaría de Salud, al generar información basada en evidencia científica que permite comprender mejor los desafíos actuales en materia de bienestar emocional.
Gracias a estos estudios, explicó, es posible diseñar estrategias más precisas y focalizadas, orientadas a atender problemáticas reales que afectan a la juventud en diferentes contextos sociales.
Por lo tanto, contar con diagnósticos confiables se convierte en una herramienta esencial para fortalecer la toma de decisiones en el ámbito legislativo y gubernamental.
Compromiso desde el Senado
Finalmente, Ana Lilia Rivera reiteró su compromiso de impulsar, desde el Senado de la República, iniciativas que contribuyan a garantizar el derecho a la atención emocional de niñas, niños y adolescentes, convencida de que atender estas problemáticas de manera oportuna es clave para construir un presente y un futuro con mayor bienestar social.