Comunicado de OCPa alerta sobre animales en situación de calle en Tlaxcala
Animales en situación de calle en Tlaxcala enfrentan abandono institucional, pese al marco legal existente, denuncia el Observatorio Ciudadano de Bienestar Animal (OCPA). El organismo llama a implementar de forma urgente las políticas previstas en la Ley de Bienestar Animal estatal.
En el estado, tanto el gobierno como los ayuntamientos han sido omisos. Tras seis años, solo 51 municipios han publicado reglamentos; sin embargo, la mayoría no aplica las disposiciones básicas.
Falta de aplicación efectiva de reglamentos
Débil acción municipal
A nivel municipal, los avances han sido mínimos. Pocos gobiernos locales han activado políticas como el censo de animales y la tenencia responsable.
Este rezago agrava el problema, pues los municipios son los primeros respondientes en materia de protección animal.
Omisiones del gobierno estatal
En el ámbito estatal, la situación es crítica. La Secretaría de Educación Pública ha llegado apenas al 5 % de estudiantes con actividades de concientización.
Además, la Coordinación de Bienestar Animal (CBA) no cuenta con reglamentos ni manuales básicos de operación.
Oportunidades desaprovechadas
La CBA no impulsa mejoras legislativas
La CBA no ha promovido reformas legales ni ha cumplido con su deber de emitir reglamentos internos. Tampoco ha activado al Consejo Consultivo Estatal de Bienestar Animal.
Este consejo debería vigilar que los ayuntamientos cumplan con sus reglamentos. Su inactividad genera un vacío institucional.
Arbitraje veterinario toma la iniciativa
Frente a esta omisión, el Departamento de Arbitraje Médico Veterinario ha asumido funciones de coordinación. Lo hace en conjunto con algunos municipios y legisladores.
Aunque no es su competencia directa, ha comenzado a abordar el tema con reuniones de trabajo.
Urge atender el abandono animal
El OCPA señala que la problemática de animales sin hogar crece sin control. A pesar del marco legal, falta voluntad política para aplicar las medidas existentes.
También destaca la falta de campañas públicas que informen sobre instancias para denunciar malas prácticas veterinarias.