Impulso cultural en Tlaxcala con logros históricos
La cultura en Tlaxcala ha tomado un papel protagónico en los últimos tres años, gracias al impulso del gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros. A través de proyectos que fortalecen el patrimonio, apoyan a los creadores y fomentan la identidad local, el estado se ha convertido en un modelo de desarrollo cultural y social.
Patrimonio cultural como motor del desarrollo
Durante la administración de Cuéllar, Tlaxcala ha vivido una transformación cultural sin precedentes. Se crearon políticas para consolidar la identidad estatal mediante la rehabilitación de 15 espacios culturales y la reapertura del Museo de Arte de Tlaxcala (MAT).
“La cultura es nuestra esencia. En estos años, hemos trabajado para que Tlaxcala sea un referente artístico y cultural a nivel nacional e internacional”, destacó la gobernadora.
La recuperación de obras icónicas
Uno de los mayores logros culturales ha sido la recuperación de seis obras originales de Frida Kahlo, que estaban en París. Estas piezas ahora forman parte del patrimonio estatal y se exhiben en el MAT, posicionando a Tlaxcala como un destino cultural único.
Cuéllar enfatizó que estas obras son un símbolo de orgullo local: “Quien quiera ver a las Fridas tendrá que venir a Tlaxcala, donde siempre debieron estar”.
Reconocimientos y nuevas designaciones culturales
Tlaxcala obtuvo importantes reconocimientos internacionales, como la incorporación del Exconvento Franciscano a la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad. Además, las alfombras efímeras de Huamantla fueron declaradas Patrimonio Nacional Inmaterial, reafirmando el valor de las tradiciones locales.
Impulso a creadores y formación artística
En apoyo a los artistas y artesanos, la administración inauguró dos escuelas de Salterio, un espacio vital para preservar y difundir esta tradición musical. Asimismo, Tlaxcala se posiciona como líder nacional en salas de lectura, y los artesanos locales han alcanzado 36 premios nacionales, un récord histórico para el estado.
La cultura no solo se ve como un elemento decorativo, sino como un motor de desarrollo y cohesión social. Este enfoque ha permitido crear más oportunidades para creadores y consolidar un futuro cultural brillante.



