Día del trabajo en México inicia con un llamado firme a la memoria, la lucha y la esperanza, desde la voz de la CROM en Tlaxcala, acto encabezado por Santos Hernández Hernández, secretario General de la CROM Tlaxcala.
Al respecto Concepción Peredo Pérez encabezó el mensaje central del acto conmemorativo del 1 de mayo, recordando los sacrificios históricos que forjaron los derechos laborales actuales.
Llamado a la memoria obrera
Hoy, como hace 139 años, los trabajadores se unen. En Chicago, Cananea y Río Blanco, hombres y mujeres dieron su vida por condiciones laborales dignas. Esos mártires siguen presentes en la conciencia del movimiento obrero. No murieron en vano, señaló Peredo, “porque cada derecho lo dieron con fuerza y con valor”.
Demandas con urgencia social
Servicios médicos con dignidad
Peredo exigió mejoras urgentes en la atención del IMSS. El Instituto debe ser refugio, no barrera para los trabajadores. Pidió atención médica digna, con calidez las 24 horas. No es un favor, afirmó, es un derecho ganado con lucha.
Apoyo real a las familias obreras
También solicitó más guarderías, porque “cada niño cuidado es futuro para un nuevo México”. El salario mínimo, criticó, solo cubre un tercio de la canasta básica. Denunció que esa situación es injusta para el pueblo, y pidió acciones urgentes para frenar el impacto inflacionario.
Defensa de la autonomía sindical
Unidad y resistencia colectiva
Con firmeza, la representante cromista rechazó la intromisión gubernamental en los sindicatos. “La autonomía debe respetarse”, dijo, “y la unidad, defenderse con orgullo”. Recordó que la CROM, fundada en 1918, ha sido pilar del sindicalismo en México y América Latina.
No olvidar, no rendirse
El evento fue también un llamado a no bajar la guardia. “Hoy no somos historia”, afirmó, “somos el presente de esta nación”. Convocó a seguir luchando por justicia social, por dignidad laboral, y por los derechos que aún faltan por cumplirse.
Una jornada de dignidad
El Primero de Mayo, símbolo vivo
La voz de la CROM en Tlaxcala se alzó con fuerza este 1 de mayo. Con emoción, la oradora cerró: “¡Que viva la clase trabajadora!” y “¡Que vivan los mártires de Chicago, Cananea y Río Blanco!”. Con vítores a la unidad sindical, al nacionalismo revolucionario y al progreso con independencia, la jornada cerró con el Himno al Proletariado.