Geopolítica: Aprender a leer la geografía para poder construir la sociedad que queremos

La geopolítica no solo está en los mapas o en la política, también está en la vida diaria. Debemos aprender a leer la geografía para estar conscientes de lo que significa y construir la sociedad que queremos, más justa y más horizontal, desde el esfuerzo individual.

Así lo señaló, Stephanie Henaro, Directora General de Kybernus, durante el taller Geopolítica realizado en la Sala de Cabildos Dos al interior de la presidencia municipal de Tlaxcala, el pasado 24 de septiembre, como parte del impulso que se realiza a través de este programa del Centro Ricardo Salinas Pliego, dedicado a estimular el liderazgo individual para transformar la realidad nacional desde lo local.

En el taller se aprendió a analizar las posibilidades que da una posición geográfica, tanto territoriales, como en recursos naturales, los retos que implican las estructuras topográficas al interior del territorio mexicano, así como en las políticas públicas y las relaciones exteriores que se necesitan para facilitar el flujo del comercio, la comunicación, el crecimiento económico y la prosperidad social.

A través de una analogía poco convencional, Stephanie Henaro comparó a un país con el cuerpo humano e hizo énfasis en como todos los componentes, desde las carreteras, los ríos, lagos, montañas y campos, se equiparan al sistema nervioso, digestivo y arterial, y como estos también requieren de cuidados específicos para hacer eficiente su funcionamiento.

En este sentido, realizó una comparación entre el país vecino del norte, Estados Unidos, y México, y explicó que la ventaja que tiene ese país son ríos grandes y navegables que circundan alrededor de una zona fértil, que además están unidos entre sí, pero que en México sus principales ríos no son navegables y eso hace difícil transportar nuestros propios vienes de manera interna.

“Entonces quiere decir que la distancia es un reto para nosotros que hay que solucionar, por eso es que Estados Unidos es en este momento superior a México, no porque no podamos sino porque tenemos un reto geográfico que no hemos sabido resolver”, señaló.

“Creo que hay diferentes maneras de entender la realidad y cuando comparamos algo que nos puede parecer ajeno con algo que nos es conocido, el entendimiento cambia. En lugar de estar viendo carreteras que a lo mejor para nosotros no significan nada, pero si las vemos como venas entonces el significado cambia y podemos ver si están cumpliendo o no con su función.

Nos hace falta desarrollar nuestro sistema cardiovascular porque la sangre no está llegando a todas las partes del cuerpo, y también creo que tenemos que entender que nuestro territorio no es plano, que tiene muchos retos y que nos hace falta invertir muchísimo en conectarlo”.

Asimismo, detalló que México es un país cuya estructura social nacional está basada en planteamientos realizados hace más de 200 años y que, en la actualidad, resultan poco eficientes, lo cual ha ocasionado un estancamiento tanto social, económico, como político, que, si bien tiene solución, conlleva diferentes retos.

“Claro que tiene solución, pero para esa solución primero tenemos que tener muchísimo dinero, primero para construir un sistema de comunicaciones y transportes que nos una, también veo otra opción que es mucho menos costosa, pero que sería mucho más difícil por el tema del apego, es reordenar el territorio de manera diferente siguiendo los flujos económicos y la coherencia geográfica, para que podamos progresar y hacer algo diferente, porque si nos quedamos haciendo las mismas cosas de hace 200 años, pues vamos a tener los mismos resultados de hace 200 años.

Creo que el reto está en transformar la realidad para obtener resultados diferentes. Primero tenemos que aprender a leer la geografía, qué es lo que significa y cuál es el impacto que sentimos a nivel social. Hay que dejar de ver el mapa como una última realidad y hay que descolonizar nuestro pensamiento de los mapas para poder pensar de una manera más libre.”

Además, como parte del taller, se realizó un ejercicio de contemplación del espacio habitual de la ciudad de Tlaxcala, y de cómo su propia estructura -que no fue planificada para el constante crecimiento demográfico actual- ha hecho difícil su progreso tanto a nivel arquitectónico, vial, como operativo.

“Tlaxcala tiene un reto de integración, claro que es un estado libre y soberano, pero tiene que reconocer que su sinergia está con otros estados. Creo que se debería tener una mejor comunicación interinstitucional para mejorar y fortalecer esas vías de transporte.”

En entrevista posterior al taller, añadió que el reto de crecimiento que no sólo es para Tlaxcala, sino para todo México, es comenzar a ver a la geografía como algo más que solo mapas y comenzar a coaccionar de manera colectiva para poder lograr una mejor sociedad desde su propia geografía.

“El mapa que estamos acostumbrados a ver es el mapa de la división política, estamos [precisamente] hablando de una división, cuando lo que necesitamos es una unión a través de la lectura de la geografía. Las zonas montañosas comparten una historia, una realidad, a partir de ahí se debería de lograr mayor sinergia.

Creo que debemos dejar de construir de una manera reactiva, es decir, por inercia, y comenzar a diseñar el tiempo de ciudades en las que queremos que vivan las generaciones que vienen, para que así podamos construir desde un inicio a nivel geográfico y espacial, la sociedad que queremos lograr, que sea más justa, más horizontal y con una prosperidad incluyente que parta desde el esfuerzo individual”.

Texto y Fotos: Melisa Ortega   

geopolíticakybernusliderazgo