Magia o el efecto óptico que un joven, artista del “estatuismo”, realiza en una de las calles principales de la cabecera municipal de Chiautempan. Este “genio de la lámpara” que levita, regala “deseos” a quienes gustan apoyar su arte con unas monedas.
Alejandro Magallón, un teatrero originario de Acapulco, Guerrero, lleva realizando el estatuismo desde hace ocho años, como un medio para ganarse la vida. Esta técnica requiere de una gran concentración para mantener el cuerpo en una sola postura por varias horas, tan solo para mantener la ilusión de la magia.
Gracias a ello, él ha viajado a muchos estados y países gracias a este peculiar método, sin embargo, la actual pandemia le ha impedido seguir con aquel itinerario que lo ha llevado a conocer países como Colombia, Venezuela y Brasil.
Junto con su esposa, la “dama del tiempo”, promueven este arte, que exige un gran esfuerzo físico, pero cuya recompensa es regalar sonrisas a la gente, asombro y fotografías del recuerdo para quienes lo deseen.
Texto y fotos: Melisa Ortega
