Diferentes realidades son las que se viven en Tlaxcala, no solo derivadas por la crisis que ha dejado la pandemia por SARS CoV-2, sino también por un malestar latente de desempleo, pobreza y falta de oportunidades que se viven en el estado, así como en el país.
En Tlaxcala, los ejemplos constantes son aquellos vendedores ambulantes que no comercian grandes cantidades de productos, artesanías o derivados del campo, ni cuentan con puestos semifijos, sino que cargan consigo pequeñas bolsas de golosinas o caramelos que ofrecen tanto a transeúntes como a conductores.
No obstante, son ellos los que aún con los efectos del coronavirus, tanto para la salud como la economía, ofrecen sus productos sin la mínima protección para evitar contagiar o contagiarse con aquellos con los que tienen contacto. Un rasgo que distingue a la mayoría de ellos.
Cabe mencionar que la Zona Metropolitana, a la que pertenece Tlaxcala, concentra el mayor número de casos por COVID-19 del país; con 7,300 y 18,350 casos registrados, tan solo en la región Puebla-Tlaxcala.
Aunado a ello, esta misma región concentra la mayor incidencia de pobreza, que es del 47.6 por ciento, solo por debajo de Toluca, que cuenta con un 48.8 por ciento en la Zona, según datos del Visor Geoespacial de la Pobreza y la COVID-19 en los municipios de México, del Coneval, al corte del pasado 5 de agosto de 2020.
Texto y Foto: Melisa Ortega
