A seis años del feminicidio de Nancy, se busca que su caso no quede impune

Foto: Archivo Web. Enero de 2016.

No solo fue regidora de Calpulalpan, Nancy era conocida por amigos y vecinos como una mujer atenta y preocupada por el bienestar de su comunidad, que nunca le faltó al respeto a nadie y que siempre veló por sus dos hijos, a los que criaba sola.

Nancy Fabiola Vidal Yllescas era licenciada en derecho y daba clases de inglés; se había encargado de la Comisión de Educación y Cultura de su municipio y durante ese tiempo se le conoció como una mujer tenaz, llena de virtudes y también de defectos, pero que nunca dejó de luchar por el bien común.

Algunos vecinos de la comunidad de San Marcos Guaquilpan sabían que se varias localidades de Calpulalpan se habían vuelto inseguras. Un día Nancy no regresó a casa, sus hijos se quedaron esperándola, pero nunca llegó, tampoco se le volvió a ver en el ayuntamiento.  Esto sucedió la noche del 1 de octubre de 2015.

Para el día 2 de octubre, su padre interpuso una denuncia ante el Ministerio Público por la desaparición de Nancy, ya que había recibido diferentes llamadas telefónicas en las que se le exigía una suma cuantiosa de dinero por la liberación de su hija. Sin acción de las autoridades, los familiares decidieron buscarla sin dar con éxito con su paradero.

Cuatro meses después, el 3 de enero de 2016 las autoridades fueron informadas del hallazgo de los restos de una mujer abandonados en el ejido de Mazapa, sin embargo, fue hasta el 27 de enero que los familiares fueron informados de que los restos correspondían a los de Nancy.

El 28 de ese mismo mes, familiares y amigos hicieron una manifestación para reprochar a las autoridades el lento actuar para dar con su paradero y la omisión de información en el caso. Exigieron a la entonces Procuradora de Justicia, Alicia Fragoso Sánchez (acusada de tortura a ex elemento policial), dar con el responsable para brindar justicia a la familia.

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Posteriormente, se dio a conocer que Nancy fue vista por última vez en compañía de su supuesta pareja. El 10 de mayo de ese año, se capturó al posible implicado de su desaparición, Eder N. en el municipio de Chiautempan, quién al mismo tiempo “confesó” haber participado en el plagio de Nancy junto con otros tres sujetos.

Con la confesión de Eder N., la Policía de Investigación y la entonces Agencia de Investigación (Cenapi) de la Procuraduría General de la República (PGR), realizaron las correspondientes pesquisas para dar con el paradero de los otros tres implicados, quienes fueron capturados el 20 de mayo.

Para el 23 de mayo, las autoridades ya habían informado sobre la captura de los 4 implicados en el plagio y posterior asesinato de Nancy. Se informó que fueron sustraídas sus pertenencias y dinero de sus tarjetas de crédito.

A través de la información dada a los medios se dio a conocer que el supuesto implicado se había acercado a Nancy con el fin de ganarse su confianza y hacerla su novia. Con la ayuda de otros tres sujetos -que al parecer también eran conocidos de Nancy- planearon su secuestro, sin embargo, ella reconoció sus voces y procedieron a quitarle la vida.

Se debe resaltar que durante el operativo para capturar a uno de los supuestos implicados, éste se refugió en la casa de un vecino de la comunidad de San Cristóbal Zacacalco, entonces vecinos procedieron a agredir a los policías reteniendo a uno de ellos y haciéndose de su arma de fuego, sus pertenecías, así como la camioneta del corporativo. El policía fue liberado después, pero sin sus pertenencias.

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Tuvieron que pasar más de 5 años desde su asesinato, que aún no está tipificado como feminicidio, para que al fin y al cabo se liberara a uno de ellos en marzo de este 2021. Los familiares inconformes, han pedido desde ese entonces hacer lo correspondiente para que no se deje en libertad a los responsables.

Este 10 de mayo, se realizará la última audiencia para determinar la responsabilidad de los culpables y se haga la correspondiente repartición de justicia. Organizaciones de mujeres piden que se aplique la ley para acabar con la tortura que han padecido los hijos de Nancy, sus hermanos y sus padres durante estos casi seis años de impunidad.