Jacarandas de Tlaxcala están muriendo a causa del heno motita

Las Jacarandas ubicadas en la ribera del Zahuapan, que son un símbolo turístico único en la ciudad de Tlaxcala, se han visto afectadas por el heno motita, una plaga que provoca que los árboles se resequen y posteriormente mueran.

Dichos árboles son conocidos por el inconfundible tono violeta que sus flores regalan a la capital cada primavera. Las jacarandas fueron introducidas a la ciudad de Tlaxcala, desde Brasil, en el año 1983 por el entonces presidente municipal, Joaquín Cisneros Fernández.

Sin embargo, la Tillandsia recurvata, también conocida como “heno motita”, ha ocasionado el lento deterioro de esta especie de árboles, pues las bolitas de heno similares al paxtle (Tillandsia usneoides), impiden el paso de la energía solar y provocan que la superficie del árbol donde se adhiere se reseque y muera.

No obstante, las jacarandas no son los únicos árboles afectados por el heno motita, también otras especies de arboles ubicados en los parques como la Plaza Xicohténcatl o el Parque de las Artesanías, han sido invadidos por la planta.

Si bien, el heno motita sobrevive en superficies que no necesitan de tierra para absorber nutrientes, pues pueden adherirse a los alamborados de las calles, son perjudiciales para los árboles porque su peso en exceso provoca la ruptura de tallos y troncos.

Algunos estudios sugieren que el heno motita absorbe las impurezas y los nutrientes del ambiente a través de sus tricomas, no de las superficies o cortezas de los árboles donde se alojan, pues su evolución ha permitido que su crecimiento no dependa de los nutrientes de otras plantas.

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Se ha encontrado que esta planta incluso es capaz de procesar y descomponer metales pesados como el plomo, cadmio y cromo. En este sentido, cuanta más contaminación haya en el ambiente, habrá las condiciones adecuadas su proliferación.

Aunque el heno motita no se considera una plaga como tal, es en el inicio del verano cuando el heno florece y deja esparcir sus semillas, que son llevadas por el viento o por animales como pájaros, o insectos, como las abejas, a través del polen, lo que favorece a su esparcimiento en otras superficies y árboles.

Proceso de infestación del heno motita. A la izquierda se observa un árbol severamente afectado, en comparación del derecho.

Pese a que esta pequeña planta de hojas curvadas puede ser beneficiosa para el ambiente, especialistas recomiendan que para que su diseminación no perjudique a otros árboles, puede retirarse de manera manual o bien, fumigar con productos especiales.

Personajes como Daniela Estrada, una estudiante de ingeniería, han sugerido al municipio de Tlaxcala que, para controlar la dispersión del heno motita, no es necesario talar los árboles invadidos, pues se puede aprovechar los beneficios de la planta solo con el control adecuado, es decir, remover el heno sin lastimar al árbol.

En este sentido, cabe reflexionar que es la misma creciente contaminación de la capital tlaxcalteca, como el aumento en las emanaciones de dióxido de carbono de los autos, la basura y la propia contaminación del Zahuapan, lo que provoca que las pequeñas especies como el heno motita, busquen regular la pureza del ambiente.

Texto y fotos: Melisa Ortega

Fuentes: Escenario Tlx, El Sol de Hidalgo, El Sol de Tlaxcala