Lucha grecorromana destaca en competencia nacional

Lucha grecorromana brilla en Tlaxcala

La lucha grecorromana fue protagonista en el Centro de Convenciones de Tlaxcala durante las competencias de luchas asociadas.
El evento reunió a atletas que pusieron a prueba su fuerza, técnica y disciplina en este estilo milenario.

Un combate con historia milenaria

La lucha grecorromana tiene raíces en Grecia y Roma, donde era parte del entrenamiento militar.
Esta disciplina fue revivida en los Juegos Olímpicos modernos desde 1896.

Alberto Palacios Coronado, entrenador de la delegación de Jalisco, explicó que esta modalidad solo permite agarres desde el torso.
A diferencia de la lucha libre, no se usan las piernas ni se permiten agarres por debajo de la cintura.

Ritual previo al combate

Los atletas inician su jornada con chequeo médico y pesaje.
Este proceso garantiza su estado de salud y que compitan en la división correcta.

“Se revisan uñas, piel, higiene y peso”, explicó el entrenador.
Solo los atletas en óptimas condiciones pueden subir al tatami.

Técnica, fuerza y estrategia

La lucha de estilo grecorromano se basa en lanzar y dominar al oponente con el tren superior.
Esto exige gran técnica, fuerza y estrategia en el combate.

Los enfrentamientos duran dos periodos de tres minutos, con una breve pausa entre ellos.
El luchador con más puntos gana, o si alcanza 8 puntos de ventaja, se declara vencedor.

Una tradición olímpica

Según el Comité Olímpico Internacional, este tipo de lucha formó parte de los Juegos Olímpicos desde el año 708 a.C.
Fue reintroducida en 1896, siendo uno de los deportes clave de las primeras justas modernas.

Se han encontrado evidencias de luchadores en pinturas rupestres de Egipto y Francia que datan del año 3000 a.C.
Esto demuestra su profunda conexión con la historia humana.

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Evolución y participación femenina

Los antiguos romanos adaptaron esta disciplina reduciendo su brutalidad.
En tiempos modernos, la lucha fue una disciplina exclusiva de hombres, hasta que en Atenas 2004 se incluyó la categoría femenil.

Desde entonces, más mujeres se han sumado a esta exigente disciplina.
Hoy, es una competencia equitativa en los Juegos Olímpicos.