San Pablo del Monte, Tlax. 2 de noviembre del 2020.
La comunidad de San Isidro Buensuceso es conocida por su fervor y arraigo a las tradiciones de Día de Muertos, por ello, aún con temperaturas de 7 grados y con la premisa de saber que estaba prohibido ingresar a los panteones, los habitantes de ésta comunidad decidieron hacer el acompañamiento a sus difuntos.
Y es que, debido a la pandemia por SARS-CoV2, y al inminente repunte en el número de contagios entre la población tlaxcalteca, las autoridades de diferentes municipios decidieron cerrar los panteones para evitar aglomeraciones de personas presentes en el ritual de acompañamiento de sus muertos.
Aunado a ello, se había corrido el rumor de habría presencia militar en las calles para impedir el acceso al panteón, el cual, cabe añadir, no contiene muros ni barreras que permitan su cierre.
Así, el ritual de acompañamiento que habría de comenzar desde tempranas horas de la madrugada de este 2 de noviembre, así como el recorrido que realizan las familias desde la capilla de San Isidro hasta el panteón, se vio deslucido por el temor a las represalias.
Sin embargo, al ver que no había presencia de militares, algunas familias comenzaron a arribar al panteón sin importar el inclemente clima.
Al filo de la mañana, en el lugar desde donde se pueden apreciar los tres volcanes, algunos habitantes –con y sin cubrebocas- prendieron sus veladoras, realizaron la quema de copal en sus sahumerios y acompañaron a sus difuntos hasta terminar de despuntar el sol de la montaña.
Curiosamente, la mayoría de las tumbas ya estaban enfloradas, así mismo, algunas lucieron solitarias por la poca afluencia de personas en el lugar.
De esta forma, el acompañamiento en este día de “Los fieles difuntos”, un ritual de origen cristiano y adaptado a las costumbres nahuas, se vio parcialmente celebrado por las familias arraigadas a sus tradiciones, que en su mayoría son de origen indígena.
Texto: Melisa Ortega
Fotos: Alex Camargo / Noemi López / Melisa Ortega