El ojito de Apizaco, un pequeño paraíso descuidado

El Ojito de Agua, ubicado en San Luis Apizaquito, es considerado como un pequeño paraíso de recreación, donde se pueden encontrar aves y peces, pero al mismo tiempo, basura y desechos de quienes llegan a visitar este cuerpo de agua.

Aunque su volumen no es tan grande como el de las lagunas de Acuitlapilco, Atlangatepec, o como la presa de Tenexac, los manantiales que lo conforman suman una extensión de casi media hectárea, cuyo afluente suministra de agua a algunas comunidades de Tetla, a San Luis Apizaquito, e incluso a la ciudad de Apizaco.

Aunque el Ojito de divide en zonas, dos de acceso público como la laguna y las albercas -con costo de acceso- y el área de suministro, que se encuentra bardeado para que no haya agentes contaminantes de aguas residuales, la laguna es la zona con mayor descuido.

Y es que, quienes llegan a pasar el rato o divertirse, suelen llevar botellas de cerveza, latas, envolturas de frituras, papel higiénico e incluso pañales, mismas que se acumulan como basura que, durante las lluvias, y que contaminan el agua.

Aunque recibe mantenimiento, tanto de personal de los ayuntamientos de Tetla como de Apizaco, debido a la pandemia por Covid-19 y al cese de algunas actividades, el área que la rodea se ve descuidada, con maleza, incluso animales de granja como vacas que ahí se alimentan, pero que sus heces se mezclan con el agua de la laguna y la contaminan.

Aunque algunos vecinos hacen un llamado para que quienes visitan el ojito respeten las medidas de protección de este manantial, aun falta mucha cultura ecológica para lograr que las principales fuentes de agua no se contaminen.

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Texto: Melisa Ortega

Fotos: Melisa Ortega / Noemi López / Alejandro Ancona