En un desayuno ofrecido por Lorena Cuéllar Cisneros, la senadora tuvo la oportunidad de platicar su experiencia en el proceso de la “Ley de Seguridad Interior”, desde que se planteó como iniciativa hasta su aprobación.
Mencionó que en su momento fue testigo de cómo los diputados y senadores votaron a favor de ésta ley a pesar de que diferentes Organizaciones No Gubernamentales (ONG), la Comisión de Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desaprobaron desde un principio dicha ley.
Reveló que diferentes comisiones de derechos humanos en 25 estados también se manifestaron en contra y lamentó que entre estos, el estado de Tlaxcala no estuviera presente.
Mencionó que dicha ley representa una total dictadura en el país, puesto que con ella el gobierno puede tener acceso y puede violentar los derechos de privacidad de los ciudadanos de manera “legal”.
Además de que en dado caso de que la gente se quiera manifestar, salir a las calles a buscar una solución contra la represión, el gobierno tiene la potestad de silenciar a los ciudadanos a través del uso de la fuerza.
“La inseguridad no se acaba con la fuerza, la inseguridad se acaba con empleo, se acaba con oportunidades, con programas sociales. Estoy totalmente en contra y desde luego mi voto fue en contra de esta Ley de Seguridad Interior”.
Recordó los acontecimientos ocurridos en el 68 y, que esta vez, el gobierno podrá masacrar a los manifestantes, amparados de que la ley no permite la libre difusión de la información hasta que el gobierno de una versión oficial de los hechos.
Así que no sólo se está silenciando la labor periodística, sino que a la par, los ciudadanos también pierden su derecho a la información y a la libre expresión.
Al final, comentó que mientras estuvo como diputada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), observó y votó en “contra de las cosas que veía que no estaban bien”, basándose en sus principios y porque las decisiones que hubiese tomado estarían afectando a su familia y a sus seres queridos, así como a la ciudadanía en general.
Texto y foto: Melisa Ortega
