Pirul al atardecer

Nota:
El pirul, que es bañado por la luz del atardecer, se encuentra ubicado en la ribereña del Río Zahuapan en Tlaxcala capital, como un testigo indómito del paso de los años.

Sus raíces rompieron el suelo de cemento que lo rodea y sus ramas colgantes repletos de diminutas hojas verdes forman un arco que permite el paso de la gente entre ellas.

Dato:
El pirul es originario de América y habitan en climas cálidos, semicalidos, templados y semisecos. Es común en las regiones del centro y norte del país y su crecimiento se da en ambientes silvestres en orillas de caminos y ríos.

La corteza de los pirules es muy agrietada, pueden llegar a medir hasta 15 metros de altura y sus hojas, que siempre están verdes, son utilizados para distintos remedios contra padecimientos digestivos, dolores musculares y en infusión para combatir la gripe y tos.

Para los padecimientos digestivos se puede usar como remedio para cólicos, bilis, estreñimiento y dolor de estómago.
Su resina se aplica para aliviar el dolor de muelas, dientes picados y sobre la piel para curar las heridas.

Sus ramas pueden ser machacadas y untadas para mejorar el dolor del reumatismo o aplicado con alcohol. También pueden ser útiles para lavados de ojos irritados.
Se puede tomar a modo de infusión para poder aliviar los síntomas de la gripe, tos, asma e incluso tuberculosis.

Además, dentro de las costumbres de sanación mexicana, sus hojas y ramas son utilizadas para el mal aire y el mal de ojo mediante las llamadas “limpias”.
Vía: (México Desconocido)

Texto y foto (Melisa Ortega)

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