
Nacional con enfoque espiritual, patrimonial y comunitario
La pastoral de turismo nacional, iniciativa de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ha elegido como sede a Tlaxcala, una de las regiones más simbólicas para la historia de la fe en México.
Este encuentro, al que asistieron representantes de diócesis de todo el país, no se limita a actividades de carácter turístico o cultural, sino que busca propiciar un verdadero espacio de reflexión, espiritualidad y comunión entre comunidades creyentes.
En el marco de este evento, se llevó a cabo una entrevista colectiva con Monseñor Julio César Salcedo Aquino, Obispo de Tlaxcala, quien compartió los motivos por los cuales esta región representa un lugar privilegiado para fortalecer la pastoral en torno al turismo religioso, al tiempo que promueve la paz, la historia y la fe.
La cultura del encuentro: eje de la pastoral en movimiento
Durante la entrevista, Monseñor Salcedo destacó que el desplazamiento de personas por motivos de fe no solo representa un fenómeno religioso, sino también una oportunidad para construir puentes culturales y espirituales entre los pueblos.
“Cuando alguien viaja por fe, lleva consigo la cultura del encuentro, y esa cultura es fuente de paz, reconciliación y comunión”, afirmó el obispo, subrayando que este tipo de eventos refuerzan el tejido social a través del diálogo interdiocesano y la experiencia compartida.
Una sede con profundo significado: Tlaxcala, cuna de la evangelización
Monseñor Salcedo explicó que Tlaxcala no fue elegida al azar como sede de este encuentro, ya que tiene una gran riqueza religiosa e histórica.
Recordó que fue la primera diócesis del país y la cuna de la evangelización en América, además de ser el hogar de tres figuras fundamentales: los niños mártires Cristóbal, Antonio y Juan, quienes prepararon espiritualmente a su pueblo para recibir el Acontecimiento Guadalupano.
“Estos niños, que fueron mártires por defender su fe, son precursores del mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe. No se puede entender el milagro guadalupano sin antes reconocer el testimonio de estos jóvenes tlaxcaltecas”, señaló con énfasis el obispo.
Santuarios y arte sacro: patrimonio vivo de fe
El programa del encuentro incluye visitas a lugares emblemáticos como el Santuario de Nuestra Señora de Ocotlán, el exconvento franciscano, y otros templos significativos como San Miguel del Milagro, Nuestra Señora de la Caridad y el recientemente elevado Santuario de San José, en el centro de la ciudad.
Estos espacios no son solo centros de culto, sino verdaderas galerías vivientes del arte sacro y la expresión popular de la fe.
“La arquitectura, la pintura y la escultura en estos lugares no son elementos decorativos, sino testimonios de una fe que ha perdurado a través de los siglos”, explicó Monseñor.
Proyecto pastoral: un santuario de misericordia en zona hospitalaria
Uno de los anuncios más destacados fue la intención de construir un santuario de misericordia en la zona hospitalaria de Tizatlán, donde las familias que acompañan a enfermos puedan encontrar consuelo, atención y un espacio espiritual.
“Queremos que no sea solo un lugar de culto, sino un espacio donde las personas puedan descansar, comer, asearse y ser acompañadas. Es una forma de hacer viva la misericordia de Cristo en contextos de vulnerabilidad”, explicó el prelado, añadiendo que el proyecto requerirá del apoyo de todas las parroquias para ser una realidad.
Fe y justicia: reflexión sobre la elección del poder judicial en México
Durante la entrevista colectiva, al ser cuestionado sobre el reciente proceso de **renovación del Poder Judicial en México**, Monseñor Julio César Salcedo Aquino reconoció que estos cambios son parte de una búsqueda nacional por mejorar las instituciones y fortalecer el estado de derecho, aunque también implican retos y aprendizajes.
«Son procesos que vive el país; hay caminos que se exploran para mejorar la justicia. Lo importante es la actitud de búsqueda, de querer encontrar una forma más justa de servir al pueblo», expresó el obispo. Reconoció que no hay modelos perfectos, pero que cada paso es parte del crecimiento democrático de la nación.
Aludiendo a la incertidumbre y complejidad del momento, citó: “Al caminar se hace camino. México está buscando cómo avanzar hacia una mejor justicia. Hay que caminar, corregir, aprender y seguir adelante”.
Con esta reflexión, invitó a la sociedad a tener una mirada crítica pero también esperanzadora frente a los cambios estructurales del país, reconociendo que la participación ciudadana informada y responsable es parte del bien común.