#ApoyaLoLocal Nubes de azúcar.

Ligero y sin peso, que se disuelve al tocar los labios. Esa es la sensación del algodón de azúcar. Esa nube de color rosa o lila que conocemos desde niños. Don José Cano Méndez es un comerciante tlaxcalteca que se encarga de llevar todos los días hasta el paladar de los transeúntes del zócalo de la capital tlaxcalteca este manjar no apto para diabéticos, pero codiciado por muchos amantes de las golosinas.

El señor José Cano Méndez es vendedor ambulante.

Don José trabaja como comerciante de algodón de azúcar. Pero, ¿te has preguntado cuál es la historia de este dulce postre? Se dice que la primer máquina para hacer algodones se patentó en el año 1897. Para lograr una nube perfecta, la máquina encargada de hacerlo debe calentar el azúcar hasta volverlo líquido. La cámara en la que la azúcar gira tiene unos diminutos agujeros que le permiten volar a ese líquido carameloso, formando hilos que son atrapados en las paletas de madera. En pocas palabras así es como se producen esas nubes coloridas que adornan nuestras plazas  en los enormes bastones con los que señores como don José las transportan.

Si después de esta información se te antoja ir por una nube de azúcar sabrosa y colorida, no olvides acudir con el señor José Cano. Una persona que disfruta de su trabajo, y que con muchas ganas de salir adelante sale todos los días a ganarse el sustento.

Texto y foto: Jesús Alvarado Rodríguez

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