Los diputados del Congreso Local votaron a favor del dictamen que busca disminuir, y progresivamente prohibir, el uso de productos derivados de polietileno y poliestireno como unicel, bolsas de plástico y popotes, en sesión ordinaria.
Esta ley prohíbe la utilización, facilitación y compraventa de los productos hechos a base de plástico, para transportar, envolver o conservar productos alimenticios de establecimientos en toda la entidad, puesto que habrá una sanción de 5 a 10 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), para quien facilite su distribución.
Por otro lado, para tiendas comerciales, supermercados y de autoservicio que no cumplan con lo establecido, serán sancionados de 200 a 500 veces el UMA , así como para aquellos no repitan la conducta dos o más veces, la sanción podría ser de hasta 5 mil veces el valor de la UMA.
Se determinó que la ley entre en vigor, principalmente las sanciones, 365 días después de la publicación de las reformas y adicionales, esto para promover la disminución gradual del uso de estos elementos y dar el tiempo necesario a los vendedores de utilizar materiales alternativos.
También queda prohibido a los establecimientos que comercien o distribuyan contenedores de alimentos, productos bebibles y popotes a los consumidores, por lo que será aplicado para restaurantes, centros comerciales, supermercados, tiendas de autoservicio y comercios mercantiles.
Se determinó que la Coordinación General de Ecología (CGE), debe prevenir, controlar y evitar la contaminación por productos derivados de polietileno y poliestireno de uso único, además de bolsas de plástico y popotes, los cuales son considerados los agentes contaminantes más difíciles de reciclar y los que más afectan a la vida marina.
Además la dependencia deberá implementar programas que busquen sustituir el uso de bolsas, popotes, contenedores y utensilios plásticos para que sean reemplazados por productos biodegradables y reciclables, además de promover el uso de materias primas de recursos renovables.
Por eso, se harán campañas gratuitas para informar y capacitar al público consumidor sobre las alternativas – que se tendrán que estudiar y verificar su eficacia – para crean conciencia sobre los beneficios a la salud y por consecuente al medio ambiente.
Como incentivo, se entregarán estímulos para quienes aporten ideas o alternativas viables para reemplazar las bolsas de plástico por bolsas reutilizables o biodegradables.
Lo anterior podría significar una propuesta para poder adquirir bolsas de fibra de pet, de papel o incluso de mandado, elaborados por artesanos que podrían favorecerse económicamente y a la vez al equilibrio ambiental.
Si bien, ya era necesario generar leyes así como políticas que prohíban el uso de plásticos, también hay que señalar que esto afectará de manera directa a los pequeños empresarios y comerciantes, pues la ley no menciona repercusiones legales para grandes empresas generadoras de plástico.
Por ello, la diputada del PVEM, Maribel León Cruz, propuso adecuar los artículos transitorios con el fin de aplazar el tiempo en que entrarán en vigor las sanciones, puesto que los comerciantes de productos comestibles serían afectados directamente, ya que los consumidores están acostumbrados a consumir en productos de unicel y plásticos.
Por ello, el perredista Miguel Ángel Covarrubias se pronunció a favor de la ampliación del periodo de entrada en vigor de las sanciones, más sin embargo, no estuvo de acuerdo con la propuesta de exigir directamente a dependencias la difusión de las sanciones, puesto que como diputados estarían invadiendo las esferas del poder ejecutivo.
Para concluir, pese a que la reducción del uso de plásticos ayudaría gradualmente al medio ambiente, las propuestas de los diputados no plantean precisamente soluciones que ayuden, a demás de los incentivos, a buscar alternativas para los que serán mayormente afectados, los comerciantes menores.
Un ejemplo de ello podría ser aquellos que dependen de recipientes desechables para comerciar sus productos, principalmente bebibles o comestibles, como podría ser el caso de los que venden alimentos a base de hielo, atoles, esquites, etc. que necesitan vasos o contendores.
Si bien, hay alternativas que pueden emplear los comerciantes, sí son necesarios los programas de difusión, ya con una solución establecida, para generar conciencia en los ciudadanos consumidores.
Texto: Melisa Ortega Fotos: ACA
