El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través del Centro INAH Tlaxcala, reabrió al público la Zona Arqueológica de Tizatlán, con la finalidad de que la visita a esto sitios se convierta en una motivación para que la sociedad se reencuentre con su patrimonio cultural.
Según los datos del INAH, el asentamiento de prehispánico de Tizatlán fue uno de los más importantes del valle de Tlaxcala, cuenta con un basamento de plataforma rectangular donde se empleó ladrillo para su construcción, material utilizado en la última etapa prehispánica de Tlaxcala; en la república mexicana solo se encuentran otros dos sitios arqueológicos con este material: Tula en Hidalgo y Comalcalco en Tabasco.
En el sitio arqueológico se puede apreciar parte del Palacio de Xicoténcatl, los altares policromos con la representación de Mictlantecuhtli, dios del inframundo; de Tezcatlipoca, dios de la noche, y de Camaxtli, principal deidad de los tlaxcaltecas. Las paredes de estos espacios están decoradas con figuras humanas y de animales; dichos altares sirvieron de preparación a los guerreros para escalar en los rangos militares.
También cuenta con un monolito ubicado a la izquierda de la capilla abierta; conocido con el nombre de” El tigre de Molinantla” por su carácter de guerrero, fue traído de una barranca situada entre los límites de Teotlalpan, donde se dice se encontró el primer asentamiento de lo que hoy seria Tizatlán, según los datos del cronista Diego Muñoz Camargo.
De igual forma se puede apreciar el templo de San Esteban, construido en la primera mitad del siglo XVI y en cuyo interior de la capilla abierta se encuentran pinturas murales relacionadas con la evangelización.
El sitio puede visitarse con las debidas medidas sanitarias de miércoles a domingo, de 10:00 a 16:00 horas, con último acceso a las 15:00 horas. El aforo permitido es de 60 visitantes por día.
Fuentes: Instituto Nacional de Antropología e Historia
