* Moisés Otero Sánchez comparte la rica historia detrás del popular platillo
En el corazón de Tlaxcala, Moisés Otero Sánchez y su esposa Norma Angélica García han servido delicias culinarias durante 15 años en el festival gastronómico que celebra el icónico taco de canasta y los exquisitos molotes en la Feria de Tlaxcala.
En honor a este decimoquinto aniversario, han decidido regalar molotes durante dos días consecutivos: el martes en el Teatro del Pueblo y este día en Plaza de Mariachi. Esta celebración busca enaltecer una tradición profundamente arraigada en la cultura tlaxcalteca.
«Esta es una tradición que sentimos muy nuestra, tanto para nosotros como para los habitantes de Tlaxcala. Los molotes son una parte esencial de nuestra identidad», explica Otero Sánchez. Añade que, a diferencia de otros lugares, en Tlaxcala los molotes no son solo una opción más en el menú, sino una experiencia culinaria que se saborea con deleite.
El nombre «molote» tiene una raíz náhuatl: «moloctic», que significa “una cosa enredada o envuelta». Esta designación tiene un significado profundo, ya que refleja el cuidado y la dedicación con la que se prepara este manjar. Otero Sánchez señala con orgullo la diferencia entre los molotes tlaxcaltecas y los de Puebla, destacando que en su tierra natal se utilizan ingredientes puros de maíz, mientras que en Puebla se emplea harina en su preparación.
En el stand de «Masita Mía» ubicada en Plaza de Mariachi, se elaboraron meticulosamente más de 3,500 molotes desde las primeras horas de la mañana. La variedad de opciones es amplia: desde cuitlacoche y champiñón hasta queso, requesón, y papa. Además, los visitantes pueden saborear creaciones especiales como el molote hawaiano, de carne árabe con quesillo, y de sesos, entre otros.
Desde su municipio natal, Santo Toribio Xicotzinco, Otero Sánchez y su equipo han mantenido viva la tradición del Molote durante una década. Aunque los precios han variado con el tiempo, la calidad y el compromiso con la autenticidad de la receta siguen intactos. «Nos enorgullecemos de ser tlaxcaltecas y de llevar nuestra tradición a cada rincón donde se aprecia el sabor genuino», afirma Otero Sánchez.
Para aquellos que deseen disfrutar de esta experiencia culinaria, el local de «Masita Mía» en en La Plaza del Mariachi de la feria es el lugar indicado. Ahí, además de los molotes, se pueden degustar otras delicias tradicionales como tostadas, tacos dorados y pozole. También se ofrecen las clásicas quesadillas, que aunque populares, no llevan el significado arraigado que tiene el molote en la cultura local.
El llamado está hecho: «Bienvenidos a la feria y ojalá que todos puedan disfrutar de este tradicional festival «, invita Otero Sánchez. Desde los sabores auténticos de Tlaxcala hasta la rica historia que envuelve cada bocado, el Festival Gastronómico del Molote y el taco de canasta es una celebración que alimenta el alma y el paladar por igual.
