“Querer es crear” – Jios
Jios, ese joven originario de Xicohtzinco que dejó marcado para siempre el corazón de su pueblo, a través de imágenes que él plasmaba en las silenciosas paredes que hoy palpitan, pues la Memoria Colectiva insiste en mantener a Jios vivo por siempre.
A un año de su lamentable deceso, su corazón de nopal y peyote adornado con venas en forma de troncos, flores y raíces profundas, aun permanece latiendo en los recuerdos de sus amigos, familiares y vecinos, así como los habitantes de Santo Toribio Xicohtzinco, que sin duda alguna, conocen su obra aunque no conozcan su nombre.
Dado a esos latidos que aún permanecen, se decidió organizar un festival en honor a su nombre y los diez años de PSK Familia, comunidad grafitera a la cual perteneció y apoyó, como un homenaje a su obra, su estilo y el mundo que dejó tras de sí.
Para éste festival, en el cual hubo concurso de grafiti, el mejor lienzo que se escogió fueron los muros y paredes de las calles por las que Jios alguna vez transitó, para culminar en las canchas deportivas del centro de Xicohtzinco.
Jios era un chico muy talentoso al que le gustaba pintar las paredes de los muros de su casa y los de su comunidad, así como las 4 esquinas de un papel a través del grabado, de los cuales sus técnicas favoritas eran la xilografía, la linografía, la litografía, las aguatintas y el agua fuerte.
Poseía símbolos que lo distinguían como el peyote, brotes de peyote que emergían de una cabeza, utilizaba colores verdes y rojos en la mayoría de sus piezas, además de que plasmaba una metáfora de la mente que suele emerger de su portador para apoderarse de él.
Detrás de su estilo estaba toda la cultura y las tradiciones de su municipio inmersas en su obra, de los cuales, en cada pincelada demostraba que estaba completamente orgulloso de ellas.
Aunque sus últimos trabajos manifestaban un conflicto consigo mismo, lo absorbían sus pensamientos que irradiaba en forma de cuerpos delicados, rostros con gestos fruncidos y miradas que reflejaban una sensación de soledad en quien las miraba, pero eso no impidió que las personas se inspiraran en él y sus demonios, sus alegrías y sus miedos.
A continuación se mostrarán algunas de las obras además de las trabajos ganadores del concurso de grafiti que, de alguna u otra manera, representan la esencia de Jios, en mayor y menor medida, así como la cultura que lo vio crecer, y que demuestran que dejó un legado importante que persiste en la memoria de todos los que tuvieron el placer de haberlo conocido.
Con base en la convocatorio, los criterios a evaluar para determinar a los ganadores del concurso fueron la Tradición, la Cultura de Xicohtzinco y el legado de Jios, por lo que en muchas de las obras tenían elementos en su composición como abejas, ranas, magueyes, huehues, la Iglesia de Santo Toribio, entre otros elementos.
El jurado, compuesto de Noemi López y Serpiente, ambos artistas visuales, determinaron al ganador de acuerdo a lo establecido en la convocatoria del concurso, así que de las obras que tuvieran en su diseño los 3 elementos ya mencionados, fueron las seleccionadas – de entre muchas otras con buenos trazos- a las que mejor representaron lo que Jios significó para los artistas que las crearon.
Jios aun continúa siendo parte de una familia que sin querer forjó con su amistad y sus valores; quienes conocen su obra y lo conocieron también, saben que no se ha ido totalmente, aun permanece en el mundo terrenal; y es una muestra de que pese a todo lo que somos, podemos dejar un poco de luz en aquellos que nos rodean.
Mel Atl
